Para ti, un jardín.


Que te mire
y lo mires
Florezcas
sin temor
ni resquemores
en paz
con futuro
ignorándolo
haciendo presente
Que te mire
y se pierda
y al mismo tiempo
se vea encontrado
Que lo mires
y sientas todo calor
el pecho como jardín
peonías perennes
camelias etéreas
Sus manos unidas
el cerrojo de tu alma
sus almas
Que se nieguen
las palabras
a decirte
que ya no hay nombres
y no importa
quién no entienda
Que el viento te sople
con los ojos cerrados
Que los miren
y vean destino
Que te miren
de lejos
de cerca
a los ojos
y vean lo que te veo
aún sin verte
y se digan lo que me digo:
esa es la felicidad que para ella quiero.