A las piezas de mi rompecabezas.

¿Cómo entender el paso del tiempo sin dejar de sorprendernos? El tiempo no pasa solo, aún creyendo que va de largo impertérrito. Viene con esa carga de emociones, sentimientos, acontecimientos, situaciones complicadas, momentos que atesoramos en recuerdos como la joya más preciosa, en fin; una gran carga de pirotecnia emocional y emocionante que nos hace estallar en lágrimas y también en sonrisas, con tanta facilidad igual que con todo un caos. Y yo, que me maravillo con cualquier vuelo y me dejo ir con el pestañeo de unos ojos, me parece tan fácil que en todo este azar que es la vida, las personas propias encajen a la primera en este juego tan intrincado entre tantos impropios.

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