De tanto que lo intenté.

Se corre y se va con lo que pudo haber sido. Con esta quimera que es una reverenda putada y que se me quedó encarnada con el nombre de "nosotros".

Creo haber entendido por qué prefieres mantener viva la distancia aunque me respires de cerca; lo de nosotros no tiene manera aparente de ser. Es cierto, doy la impresión de que tú tienes que quererme, quererte y querernos por los dos; que tú tendrías que hacer el trabajo duro por ti y por mí, aunque con lo que yo nos quiero bien nos alcanza para nosotros y para uno que otro que se sienta necesitado. Se me nota a millas y sin verme siquiera la tremenda loquera, no te culpo. Tal parece que no me alcanza el tamaño para quererte tanto cuando lo que me encoje es quererte demasiado (demasiado, con la connotación negativa que la misma palabra indica).

No se puede querer de más y pretender seguir siendo uno mismo. Es como estar en dos lugares a la vez, como querer volar amarrado a las raíces. Estoy llena de buenas intenciones y otros peores padecimientos mentales. O vacía, porque me tienen cansada. Estoy cansada de hacer que todo parezca que sólo tiene la función de ser bonito; llevo al incordio mi necesidad de saber tus palabras, que me dirías, atiborrar tanto silencio que no se llena con nada, estos silencios que se han vuelto de todo: desquicio, el río metafísico en el que hay que cruzar sin ahogarse, cruz, llaga, estigma, el karma en el que no creo, la maldita alarma en domingo por la mañana; que se han vuelto de todo, mi todo, menos compañía, porque de ser muy tuyos, ahí no te encuentro y de todos los tal vez, este es el más certero; no te encuentro porque no te busco, porque de buscarte me pierdo y a saber de sobra que a lo único que le soy jodidamente fiel en esta vida, es a mí misma.

De haber querido querer, esto sería diferente, sería lo bonito que dicen que es. Porque a una cuando le dicen que querer es muy bonito no le dicen que hay que querer queriendo y que sólo es bonito cuando te quieren; así duelen menos las ausencias, las distancias no escuecen tanto y llenar silencios no parece pura perdida de tiempo. En fin, soy incapaz de hacer que esto tenga sentido alguno.

Cómo muerden estas ganas de hacerte a un lado y seguir el recorrido. Quizá es mejor tenerte de lejos, que de cerca me envenenas. Quizá de cerca todo lo bien que te quiero se vuelva puro hacerte daño. Con lo que me gustas aquí cerquita...

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