El veinte más pesado.

Nov 29 2014
día después de.


Por más bien que escribas, no puedes matar a alguien con palabras.


A-penas acabo de caer en la cuenta de que tengo un muerto. Y ahora tengo que entender que murió, todo esto para no cargar con un fantasma en los hombros, y a los muertos se les lleva flores y se les llora por catarsis. A los muertos se les reza para que descansen, pero yo estoy para que me recen y descansar, y quiero llorar, tengo que; ahogarme en un llanto estúpido que terminará perdiendo el verdadero sentido por la que empecé a llorar, tengo que llorarle porque perdida que no se llora, no es perdida, y por supuesto que perdí algo, y no sólo doy vueltas a lo mismo por marear, sino porque me están lloviendo veintes, muchos, a raudales... estoy inundándome de veintes y no me quiero ahogar.

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