8M

No quiero tus flores
ni moños rosas.
                   No quiero tus felicidades por nacer de vagina que sangra
 y senos que ocultar.
No quiero promesas que me cuidarán hoy, cuando ayer ya hemos desaparecido;
cuando mañana seguiremos muriendo porque seguimos siendo
 sexo y género endeble.
No quiero que se me reconozca hoy mi valor de ornato en el mundo de los vivos
y que inadvertido sea mi coraje de vivir y mirar de frente,
con ojos y valor creciente, latente.
No quiero tu abrazo de agua y beso de Judas que dicen menos que nada;
mucho menos que digas que estás conmigo hoy con el eco de un pero. 
Que estás conmigo. Conmigo que somos todas.
No digas que me entiendes sino sabes que una somos todas.
Hoy no quiero sólo que me abras la puerta,
 caminar detrás de mí por mera cortesía.
Si doy el primer paso y primero planto mi pie decidida,
 no es para retarte, retarlos...
sino para ser, que me veas, demostrar que puedo y quiero sola.
 ...y si decides ser mi compañía,
que sea a mi lado, no antes ni después.
Hoy no estamos para regalos. 
Hoy estamos para vernos y reconocernos;
que la lucha somos todas. Todas. Todos los días.
Que no estamos para maledicencias de una para la otra. 
Hoy estoy para ser tú,
tú ser yo
y yo todas nosotras.
Lo que te toca me toca. 
Lo que te escuece me duele.
Quien te hace menos, me hace nadie.
Quien te desaparece, me roba parte.
Quien te critica, me denigra.
Quien te segrega, me veja.
Hoy estoy para ser tú.
Estoy.

Hoy no quiero tus flores, ni moños rosas.
Quiero que se escuche ni NO ES NO.
Que mi vida no es moneda de cambio
ni aviones de papel mis derechos.
Hoy, ayer, mañana: yo soy tú.

La ilustración es de la talentosa Bruta. 

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