A quien quiera leer:



¿Cómo lo describo? Es que si me vieras sonreír... si tan sólo pudieras verme sonreír... si me vieras, no tendría que buscar palabras para acomodarlas en mis sensaciones. Nunca espero algo, ni merezco mucho, pero siempre quiero todo. Tampoco es que merecía nada, es más, no sería yo quien juzgara eso. Es cierto, no era más que un día más, si bien, no era un día menos. Quería ver al amor a la cara, entonces abrí los ojos: era solamente voltear al rededor, embriagarse de sonrisas y la vida gritándote que debes seguir aunque no está de más detenerse a sentir la grandeza de querer y ser querido. Yo esperaba nada, pero quería que todo me sorprendiera. Empecé por abrazarme por dentro, para poder sentir el calor de brazos ajenos. Comencé por creerme, para poder creerles. Creerme lo que digo, lo que (te) escribo. Creerme que sin pretender, soy; para entonces creer que sin buscar he encontrado. Me han encontrado. Era sólo un día más. Un recuerdo más que guardar, una experiencia más que contar, un año más que acumular. Tenía que creerles. Creerles que si sonrío, ilumino. Creerles que no debo parar el vuelo, Creer que muy a mi manera, puedo encantar. Creerte que de leerme, te provoco latidos. Al menos por un día yo tenía que creer en el cuento inverosímil de que también puedo hacer magia; al menos, por un pedacito de eternidad, sentir que corro el peligro de ser especial. Y así fue, por un instante de infinito me creí las sonrisas, los deseos de felicidad, la pirotecnia sentimental y tanto abrazo que aún me sigue calentando el alma. Yo quería que todo me sorprendiera, mas nunca imaginé que todo pudiese ser ponerle cara a mis invenciones. Le beso las palabras a quien dijo que no existen distancias cuando de verdad se quiere. ¿Qué iba yo a confiar que al decir ven estaría sin decir voy? Jamás me creí con tal poder. Me beso la imaginación de crear seres tan entrañables que me llenan el corazón. Beso a la bendita ocasión que los materializó y que sin más, los incluí en mi vida. Existir y compartir lo poco que soy, tal vez no haya felicidad más alta.

De todas mis manías, querer es la que más se goza; aún cuando se sufre, se goza.

2 comentarios:

  1. Magia haces, en cada palabra; eso haces. Y me encanta. Encanta leerte.

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  2. Debería ser mi tarea de noche el acumularte en mis rincones. En mis colores. En mis distintas formas de respirarte cada instante que estamos, queremos, gozamos.
    Repruebo el vacio que me causa el no ser yo un constante disturbio dentro de mi cabeza gracias a tu caleidoscopio.
    Eres la hermandad entera que yo encontre sentada en un elefante morado

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